Corría 2009 cuando un grupo de Kisseros se reunió en un Pub en Manuel Montt para conversar de KISS. Ahí surguó una idea: “Hagamos una Kiss Expo”.

Nació Kiss Army Chile, como movimiento formal, en esa increíble noche de Octubre de 2009 cuando llenamos el Rock y Guitarras para ver a Revenge tocar más de 2 horas de KISS a todo make up.

Esa noche sin embargo tenía una gran sorpresa para todos. Antes de que comenzaran los acordes de Revenge, en una pantalla gigante y ante el asombro de quienes habían visto varios intentos de organización anteriores, apareció la figura de Bruce Kulick diciendo “Hola KISS ARMY CHILE”. Desde ese momento el movimiento y Bruce nunca se perdieron de vista. Constantes conversaciones y hasta un video de solidaridad con Chile después del terremoto de 2010 fueron estrechando la amistad, tanto que hasta Bruce se animó a querer venir a pasar su cumpleaños a Chile en Diciembre pasado. Un lujo del que en definitiva no pudimos disfrutar por lamentables circunstancias, pero que no desanimó ni a Bruce ni a los que sienten una gran admiración por él. Por eso cuando se confirmó la fecha de su postergado show muchos vimos la oportunidad de pasar momentos solo comparables con aquellos de Septiembre de 1994, Marzo de 1997, Diciembre de 2006 y Abril de 2009. Demasiado poco como para no valorar esta nueva oportunidad.

Bruce llegó a Santiago el lunes 14 a medio día procedente de Buenos Aires y junto con expresar su alegría por volver a Chile después de más de 4 años, puso manos a la obra para generar junto a su banda un set list pensado para sorprender a los asistentes y demostrar que este no sería un nuevo show de tributo a KISS sino que un cabal y sólido concierto de Bruce Kulick. Su banda: Felipe “Pepe” Carvajal (Rey de 6) en batería, Ivo Pirovich (Revenge) en bajo y voces, Jack Bucarey (Bucarey) en guitarra y Juan José Rodríguez (Funeral) en voces habían estado trabajando ya desde hace meses puliendo el set list que se había coordinado con Bruce. Antes de comenzar a ensayar juntos, el primer día, Bruce les prometió: “En 3 días serán mejores músicos de lo que son ahora”. Ese primer día fue un día de nervios pero también de encontrar el fiato, de conocerse y comenzar a proyectarse y ver posibilidades. Al término de ese día todos estaban conformes ya que se habían conseguido varias cosas: identificar el “groove” de varios de los temas así como también dejar de lado algunos otros. Algunas instrucciones al final para volver al día siguiente.

 

Después de ese primer ensayo Bruce y Abba, su inseparable amigo y manager, aprovecharon para compartir esa noche de un asado en los faldeos cordilleranos de Peñalolen junto a algunos amigos, demostrando una sencillez, un buen humor y un hambre fuera de lo comunes. Su primer día en Santiago en terminó “con una de las mejores carnes de las que he comido”.

El martes fue un día arduo trabajo. Entrevistas en la mañana, ensayo toda la tarde. Fue un día difícil, de estrés. Bruce es un guitarrista y un músico exigente y lo demostró ese día. La banda sintió la responsabilidad y la presión de tocar con un músico de las grandes ligas, pero demostró a la vez que era capaz de afrontar el desafío. Al término de ese segundo agotador día de ensayo Bruce dejó tareas, responsabilidades y algo de nervio en el ambiente. Después del término del ensayo tuvo lugar el encuentro con los ganadores del concurso Rockaxis y Bruce demostró, otra vez, una disposición increíble compartiendo con los 5 ganadores, firmando autógrafos, sacándose fotos, ¡Y hasta grabando videos de saludos para las esposas de los ganadores!.

Bruce terminó el martes asistiendo al concierto de Seal. Algo inesperado y como dijo él mismo “Surrealista”. En el viaje desde Buenos Aires el guitarrista de Seal lo reconoció, se acercó, le dijo que era un gran fan de KISS y lo invitó al show. Bruce disfrutó, se relajó y terminó escuchando una versión improvisada en backstage del propio Seal y sus músicos de Rock and Roll all nite.

El miércoles fue el día de disfrutar. Después de una mañana relajada todo estaba listo para que en el club 334 comenzara la prueba de sonido a eso de las 14:30 horas. La banda probó el sonido primero y luego llegó Bruce con un ánimo de los mejores y proyectando a los demás toda la energía necesaria para el show. Cuando comenzaron a tocar sobre el escenario se gestó un sonido y un trabajo de equipo que fue creciendo durante la tarde y que fue transformando en sonrisas toda la tensión inicial y la preocupación del día anterior.

Después de la prueba de sonido, una rápida comida en una “picá” del chofer del transporte de Bruce y Abba a una cuadra de Plaza Italia. Fue muy extraño ver a Bruce Kulick sentado en una mesa afuera del restaurant, en plena calle Vicuña Mackena, comiendo mientras todo el mundo pasaba a su lado. Solo fue reconocido por alguien, que a esa hora estaba lo suficientemente borracho como para poder generar una frase en inglés (Ni siquiera en español). “Excelente el pollo” fue la frase de Bruce antes de volver al club donde a las 19 horas ya lo esperaban los fans que habían adquirido los Meet And Greet.

Cerca de las 19:30 horas comenzó lo que seguramente para muchos músicos es un mero trámite o un “mal necesario”, pero que en el caso de Bruce es un real encuentro emocional. Es conocer a un tipo cercano, sencillo y con una amabilidad sincera. Fueron momentos emocionantes para muchos, incluso para Bruce que recibió regalos de sus fans.

A las 21:30 horas se dio inicio a una experiencia que será difícil de olvidar. No por la espectacularidad del show, sino porque el espíritu del rock and roll, ese que tiene que ver con la unión de almas (O el carnaval de almas quizá) que disfrutan y se emocionan con los acordes de una guitarra se hizo presente esa noche en Santiago con una entrega mutua a toda prueba entre el público y Bruce.

 

La primera sorpresa fue el tema inicial. Todos esperaban un set list acotado a los años en que Bruce ejerció como guitarra líder de KISS, es decir 1984-1996, sin embargo cuando comenzó a sonar Love Gun se sintió un grito de emoción desde el publico. La banda sonaba como cañón, un poco nerviosa quizá (Quien no lo estaría ante semejante presencia en el escenario), pero con un sonido sólido.

Me detengo para hacer un comentario a aquellos que dicen que Bruce es un buen guitarrista pero que no tiene carisma. Si estuvieron presentes en el show debieron atorarse con sus palabras. Bruce llenó el escenario con su presencia. Además no pudo haber mejor elección de tema para ver porque Bruce no está en KISS ahora. Bruce Kulick es Bruce Kulick, tiene su estilo propio, el mismo que imprimió a los solos que no eran de su propia creación dándole su propio toque. Bruce no puede ser el reemplazante de nadie. Mis respetos para Thayer, pero Bruce es más que un spaceBruce. Aplaudo su ausencia en esta etapa de KISS.

Love Gun sonó como en los mejores tiempos del Alive III y dejó a la audiencia muy arriba, sería difícil levantarla más… pero se hizo. Sonaron los primeros acordes de Hell or High water de Crazy nights y el grito de asombro se transformó en una expresión de incredulidad. Bruce, al confeccionar el set list lo dijo “Estas canciones no las hago ni en Australia”. Una real sorpresa. La banda mejoraba a medida que se soltaba, pero por sobre todo se notaba que estaba “eso”, eso que incluso a veces falta en las bandas que llevan años juntas: complicidad.

Siguió una canción que no podría faltar de ninguna manera, uno de los grandes solos que Bruce nos regaló en KISS: Tears are Falling. Bruce tocando como si estuviera en Detroit o en cualquiera de las arenas llenas de USA, una entrega total y una calidad que, me atrevo a decir, incluso a los que ya somos sus fans sorprendió.

Después de esta tripleta inicial el público estaba rendido a los pies de Bruce. Alguien podrá argumentar que este público es público “duro”, fans a toda prueba, sin embargo lo que se estaba viviendo hasta esa altura era mejor que la mejor de las expectativas, hasta para el más duro fan de KISS y de Bruce.

Bruce presenta la primera canción de su carrera post-KISS. El primer tema de su primer álbum solista: Pair of Dice. Sólido sonido, precisos solos. Su carrera solista no es muy conocida, ni siquiera entre los fans de KISS, pero es una buena muestra de lo que Bruce entregó en sus primeros trabajos: Buenos riff, música que sin ser compleja muestra mucho más de lo que mostró en KISS en donde siempre estuvo bajo la lupa de Paul y Gene de manera de ser un “Jugador de equipo” y no un solista destacado. Estoy seguro que muchos escucharon por primera vez un tema de Bruce fuera de KISS y se sorprendieron.

Después se hizo presente lo mejor de Bruce en KISS, la oscura y potente Unholy. El disco favorito de Bruce de los que hizo con KISS. Ivo haciendo el papel de Gene como lo hace normalmente en “Revenge”. La banda sonando a cada instante mejor y, lo más importante, Bruce pasándola cada vez mejor y proyectando eso al público que se contagia con la energía que brota desde el escenario.

   

 

Hide your heart del Hot in the shade da la partida para otra versión propia de Juanjo. Nada de tributos a KISS, esto es la banda de Bruce y el público a esta hora ya lo entiende y lo disfruta. El coro se escucha fuerte desde todos los rincones del club.

Domino, otro corte de Revenge, vuelve a demostrar el manejo de Ivo. Jack ya sin el nerviosismo del inicio se pasea de vez en vez en el escenario. Pepe demuestra potencia tras la batería. El sonido está lejos de ser ensordecedor pero tiene la mezcla necesaria de potencia y claridad. A estas alturas es una fiesta a toda prueba. Las caras de la audiencia, de la banda y del propio Bruce dan fe de la comunión.

 

 

 

 

 

 

 

 

And I Know marca el primer tema de la noche de BK3, sin dudas el mejor de los discos solistas de Bruce. Él mismo toma el protagonismo de la voz la que sin ser de una gran calidad logra un trabajo vocal más que correcto. Bruce tiene un estilo vocal muy personal que equilibra su falta de potencia con una entonación muy amigable.

Después suena la característica intro de Crazy Nights, uno de los temas que en todo momento Bruce quiso integrar al set list. Un disco y una canción de mucho éxito en todo el mundo pero que en Chile es algo así como un placer culpable para los rockeros que prefieren siempre lo más oscuro y pesado.

Bruce presenta entonces Jungle, de carnival of Souls. La canción va creciendo a medida que avanza hasta llegar al climax con un solo de Bruce que se alarga y alarga para el deleite de la audiencia. Una clase magistral que demuestra que Bruce no es solo un guitarrista vigente, sino que probablemente pasa por una de sus mejores épocas. Su solo suena sólido y limpio, potente pero no pesado. Equilibrio se llama eso.

Para terminar el set list regular suenan Lick it up y Rock and Roll all nite. Jack toma la primera parte del solo y se complementa con la entrada de Bruce. Es una fiesta. El público corea, salta, ríe. Bruce hace lo mismo.

Después de un breve descanso vuelven a escena. Recuerdo haber conversado en ese momento con una Kissera de tomo y lomo y haberle preguntado: “¿Te ha gustado el set list?”. “Buenísimo” contesta. Pero se pondría aun mejor.

Suena No friend of mine de BK3. Muchos preguntaron por qué esta banda acompañó a Bruce. La respuesta está en esta canción. Es la banda de BK, la banda necesaria para trabajar en su estilo, en su “Groove” (Palabra que Bruce repitió en los ensayos). El trabajo vocal de Juanjo en esta canción es destacable.

Si hay una canción icónica de Bruce en KISS es I walk Alone. La única en la que Bruce tomó las voces y parte de un disco en el que él fue protagonista absoluto. Sonó en una versión más heavy que la del disco y de verdad se agradece que se haya interpretado. Bruce tenía serias dudas respecto de esta canción ya que es muy compleja pero cuando la ensayó por primera vez quedó sorprendido y no tuvo dudas de incorporarla al set list. Al final de la canción Jack y Bruce chocan sus puños en reconocimiento no solo del gran trabajo de Jack en esta canción, sino que a toda la banda por el trabajo realizado en todo el show. Un gran momento de la noche.

El fin del show se acercaba y no podía terminar de otra manera. Si Rock and Roll all nite es la canción icono de KISS en los 70, el himno de KISS en los 80-90 no es otro que God gave rock and roll to you. Una canción que recuerda a Eric Carr ya que su última aparición oficial en KISS fue en este video. Una canción cargada de emoción y con un solo memorable. El digno final para una noche mágica.

El abrazo de Bruce y su banda para agradecer al publico es signo del gran trabajo realizado.

Muchos podrán decir que Bruce no es una figura de las más importantes de KISS y que obviamente están los originales primero. A mi juicio Bruce demostró esa noche que él aportó a KISS algo que nadie más aportó en su mismo nivel. Kiss Army Chile le regaló un pequeño grabado que dice “Thanks for keeping alive the true spirit of rock and roll”. Bruce puso en KISS (O renovó quizá es mejor decir) la semilla del más puro espíritu del Rock and Roll, ese que quedó demostrado la noche del miércoles 16 y que tiene que ver con disfrutar de cada acorde como si fuera el último y de tomar distancia de las cimas inalcanzables para bajar donde el pueblo rockero (O kissero) está ansioso de compartir de igual a igual con uno de sus héroes.

Si alguien quiere hacer algún análisis musical a fondo de lo que ocurrió está en todo su derecho. Yo me quedo con la sensación de que el rock and roll en su esencia estuvo presente ya que todos sin excepción, de lo que fuimos a disfrutar y no a tomar nota, terminamos absolutamente satisfechos y felices, Incluso el propio Bruce Kulick.

¿No me creen?, Cito textual: “One of my best solo shows ever!”.Los que fueron el miércoles 16 a la cita con un amigo lo hicieron posible.

 

Jorge González
Kiss Army Chile