Columnista Invitado:
Pedro Araya Llanca (Columnista de  www.powermetal.cl, co-fundador y miembro del comité editorial de www.rovok.net    )

“Queremos convertir a KISS en una dinastía” declaraba sin tapujos Paul Stanley hace algunos días en una entrevista. Lo que hace años se viene comentando toma mas fuerza dentro del núcleo del conjunto, el cual indiscutiblemente sentaría un precedente en el mundo del Rock cumpliendo con el deseo de Gene Simmons de convertir a KISS en algo parecido a un club de fútbol, donde no importa quien vista sus colores lo que permanece es el concepto detrás, la institución.

De seguir la banda con otros músicos cuando los originales estén imposibilitados de seguir tocando es algo que, aunque guste o no, tiene algún asidero y sería innovador en muchos aspectos ¿Pero es realmente aplicable en la realidad? Vayamos por partes:

Han dicho muchas veces que el concepto real de KISS son las cuatro personalidades originales.  Incluso se ha reconocido que ese concepto en el pasado se resquebrajó con la entrada de Eric Carr como “The Fox” y que terminó por desvirtuarse completamente con la entrada de Vinnie Vincent  usando el gimmick de “The Wizard”. En otras palabras, KISS con maquillaje debe ceñirse 100% al concepto de los cuatro miembros clásicos, dejando sumamente claro que cualquier incorporación como las señaladas descontextualiza el universo creado por el grupo.

Tomando esa premisa es válido que en la actualidad Eric Singer y Tommy Thayer se disfracen como Ace y Peter. De seguro por parte de ellos no hay objeción alguna, pues el prestigio profesional (y financiero) que supone ser parte de KISS es bastante grande, pero por otro lado tengo la siguiente inquietud: ¿Qué pasa con los músicos?  Eric se ganó merecidamente el respeto y cariño de la fanaticada por todo lo hecho durante la última y brillante etapa sin maquillaje pre reunión, aportando con un estilo poderoso y técnico tras los tarros. El destino lo volvería a poner en la órbita de KISS (bajo otras circunstancias claro) y en la actualidad sigue haciendo lo que sabe y es una pieza fundamental en el engranaje de la banda…. ¡Pero usando el maquillaje y los atuendos de Peter Criss!

El caso de Tommy Thayer es diferente. El ex Black And Blue jamás tuvo una carrera musical destacada, pero se ganó su lugar en KISS empezando prácticamente desde abajo, trabajando detrás de escena, editando videos, etc. ¿Se lo tiene merecido? ¡Pues claro! Pero lamentablemente su aporte -a diferencia de Eric- se limita a cumplir un rol que bien lo podría hacer cualquier “Ace Frehley” de alguna buena banda tributo. La culpa no es de él claramente, pues solo cumple el mandato de Paul y Gene, quienes se esmeran por mantener el status quo y el formato comic en todo lo relacionado con la banda.

Ustedes se preguntaran ¿y a que diablos se refiere con mantener “formato comic”? ¡Fácil! Si alguna vez leyeron Batman probablemente sepan que han existido tres Robin distintos en la cronología del hombre murciélago: Jason Todd, Tim Drake y por supuesto el original Dick Grayson. Lo mismo con Green Lantern (Hal Jordan, John Stewart, Guy Gardner, etc), Flash (Barry Allen, Wally West, etc). ¡Si hasta Bruce Wayne ha sido reemplazado como Batman por Jean Paul Valley y Dick Grayson!

El punto es que todos estos cambios generan controversia, crean expectación, para usualmente siempre desembocar en lo mismo: ¡el regreso en gloria y majestad del personaje original! (o en su defecto del clásico). Y si hilamos fino podremos darnos cuenta que los guionistas son muy hábiles para hacer que estos personajes “de reemplazo” sean perfectamente diferenciables en términos de orígenes, motivaciones y valores morales.  Lo que cambia el rumbo de la historia y le adhiere un ángulo diferente al original.

Replicar esto en una banda de Rock es sumamente complicado. Sabemos que es muy difícil que Ace y Peter vuelvan al grupo, no obstante, si el concepto de las cuatro personalidades originales es algo intransable ¿cómo sería dándole otro enfoque? Es decir, si Eric y Tommy son el presente de la banda y para KISS es tan importante que sean The Catman y Spaceman, ¿por qué no variar a estos personajes? Adecuarlos al concepto pero despegándolos del propietario original, modificando los maquillajes y los trajes pero manteniendo ciertas reglas estéticas reconocibles (es decir, no se puede vestir a un reemplazante de Batman con antenas y un traje de colores, por ejemplo). Que sea notorio que son otras personalidades, pero a diferencia de lo hecho con Eric Carr y Vinnie Vincent, si serían parte de la misma “raza de personajes de Ace y Peter”  y respetarían el primer mandamiento de lo que es KISS para Gene y Paul. De esa forma se evitaría que se les esté comparando con los miembros originales y denostando por imitadores, además de entregarles autonomía y en el fondo hacerlos brillar con luces propias.

Respecto a los dichos de Paul me parece que es posible replicar muchas ideas, modificarlas y re adaptarlas; se pueden suplantar personajes, vestuarios, espectacularidad de los shows, no obstante es imposible reemplazar a músicos reales. Y aquí es donde las realidades se contraponen, porque si bien es respetable que quieran hacer prevalecer el nombre del grupo por sobre cualquier integrante, si no está su columna vertebral es imposible que sea el mismo grupo. Podría tratarse de un auto tributo sumamente profesional, con compositores de primer nivel, pero a fin de cuentas no sería más que eso. En el fondo no importa lo que se haga y como se haga, sin Paul ni Gene deja sencillamente de ser KISS.

Con ellos dos comienza y termina la banda, todo lo demás es verso. Nunca será igual que un equipo de fútbol, porque la identificación con un club se forja por los valores que este representa, por su historia, por la ciudad de donde es originario, por su impacto social o simplemente sus colores. La identificación con KISS muchas veces se produce por lo imponente de  su imagen, pero lo que crea el vinculo afectivo definitivo son las canciones, lo esencial, ¡su música! Y  Paul y Gene son el alma y corazón de la música de KISS.

Paul de alguna forma se contradice con sus propios dichos -alguna vez también dijo: “puedes replicar un show de KISS, pero nunca serás KISS”-  y una versión de la banda si él ni Gene caería en lo mismo. Nosotros somos afortunados porque tuvimos la suerte de vivir, sentir y disfrutar a la banda en vida; lamentablemente las próximas generaciones no tendrán la misma suerte que nosotros, pero al menos quedará un patrimonio musical imborrable que confirmará lo inmensamente trascendente e influyente que es el legado del grupo. KISS ganó su inmortalidad y cuando se es inmortal por derecho propio una dinastía para continuar el legado no se hace necesaria.